Recogiendo las versiones no autorizadas de distintos evangelios apócrifos, observamos al Niño dentro de su vesica (con la misma significación que la románica mandorla mística) siendo adorado por sus padres y las dos parteras que asistieron a María (de nombre Salomé y Zebel según el Pseudo-Mateo).
El protagonismo compositivo de la escena lo continúa ocupando la Virgen, figura mayor en escala al resto y situada
en el eje de la escena.
José en segundo plano, apoyado en su cayado participando del homenaje al recién nacido que, como Salvador, muestra los dedos índice y medio de la mano derecha juntos y estirados,
en la mejor tradición popularizada por los modelos románicos.
Extraído del texto de Josemi Lorenzo Arribas “EL RETABLO DE ALABASTRO DE CARTAGENA, El culto a la Virgen”.
Collage, acrílico, grafito y tinta china sobre papel de acuarela.
NAVIDAD 2015
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